Médicos, Seguridad Social y desubicación.

 La GUARDIA CIVIL, siempre estuvo dejada de la mano de Dios, en todo lo referente a DIGNIFICAR la profesión por un lado y no ser DISCRIMINADA, respecto a otros Colectivos policiales, en la cuestión sanitaria de los profesionales y sus familiares, con episodios de total abandono y en la estacada absoluta, que si consigue algo de la Administración es a base de mendigar.

Ingreso en la Academia de Guardias de Sevilla, en 1971, y escojo la deseada Alicante, siendo destinado a Vergel, sin pabellón y sin Médicos que asistan a los familiares, al carecer la GC, de asistencia médica para los que conforman el Cuerpo Policial, obligándose uno mismo a pedir la Capital, para al menos pagarse los profesionales, los subsiguientes servicios de todo tipo, con el mísero sueldo de 9.700 pesetas,60€/mes, mal contados. Horas mas que un reloj, a una media de 14 horas, diarias, sin días libres y el ordeno y mando como norma de subnormalidad supina.

Ya en Alicante, con 70 profesionales y sin asistencia Médica, nos servíamos de un Médico de Beneficencia, que altruistamente nos extendía en los Talonarios Oficiales, los medicamentos, que precisaban, por lo general, nuestros familiares. Tercermundista, pero era la España de los GCs, alejados de la Sociedad y de los movimientos sociales, que iban consiguiendo su derecho a la Seguridad Social y pendientes de no introducirse mucho, entre ellos, por ser tachado internamente, de "apaisanado", muy mal visto por los Mandos de la época, franquista.

Por ascenso, pido Teruel y recién llegado, entre hijos de componentes del Puesto, se tiran piedras y uno de ellos, sangra como un toro, lo llevo al Médico del Pueblo, un tal Faruk, islamista, de muy malas formas, presta los primeros auxilios en la cabeza y corta el desangre.

Días posteriores, un ciudadano, minero, denuncia en el Cuartel que el Médico Faruk, por tocarle al timbre en su despacho, le ha dado repetidos puñetazos en el rostro, con rotura de los huesos propios, observado ello por el Teniente Magallón y diciendole en tono despectivo ¡¡ALÉJESE, que me puede manchar y además me huele a sangre!!. Se puso a favor del Médico, sin más, aunque fuese un delincuente.

Son pinceladas de los tiempos vividos en un Cuerpo tan insípidos como la GC, con una desorganización tal y anticompañerismo tan atroz, que sólo fomentar en los años 1980, que la Seguridad Social, era objetivo prioritario de supervivencia, sin más discriminaciones, era motivo de persecución profesional e ir contra la pertenencia a ISFAS, de las Fuerzas Armadas, objeto de decapitación. Todo un mundo para Berlanga, situarnos en el pleistoceno.....por obsceno.

Hoy con su pan se lo coma cada uno de los que hacen apostasía en la defensa de no cambiar nada, para que todo siga igual, hasta que tales negligencia les repercuta a ellos y vean lo indefensos que se está, frente a Organismos que de la legalidad que corresponde, hacen de la capa un sayo.

Manuel Rosa Recuerda (promotor Unión Democrática de  Guardias Civiles(UDGC))