LIBERTAD, DEMOCRACIA Y GUARDIA CIVIL
La libertad es la expresión que tiene el ser humano durante su estancia en la tierra para hacer conforme a sus creencias y cumplimiento de las normas que regulan la convivencia en el conjunto de ciudadanos entre otras facetas.
Después del año 1.975, tras un cambio de régimen,
los españoles nos dimos
la libertad de expresar nuestras inquietudes y apostar por una: democracia
con su constitución en 1.978. Tras este período, España vino a tener
como un regalo de reyes, con una Ley de Leyes que daba nuevos ánimos y nos traía una fuente
de prebendas como el poder vivir en paz y enterrando las viejas rencillas con el beneplácito de las fuerzas políticas de la época.
Solo había un problema: LA GUARDIA CIVIL.
Esta Democracia
y Libertad se quedó en las puertas de los Cuarteles
y no fue capaz de traspasarla. En lo que respecta al que suscribe, un Guardia
Civil nieto e hijo de Guardia Civil, pasé un tiempo siendo querido y respetado
por mis compañeros, iguales y superiores, con felicitaciones por la forma de
trabajar tanto en la
Agrupación de tráfico
(atestados e informes)
como en el servicio de oficinas después siendo recompensado con distinciones, hasta que se produce el problema.
Cuando formaba parte de la plantilla del entonces 22º Tercio de Mando ubicado en Córdoba, se produce mi cambio de destino a la comandancia de Vitoria y, un compañero de la de Córdoba, me informa de una ilegalidad pues en la misma hoja y boletín de destinos, figura otro Sargento qué desde la Comandancia de La Coruña, pasaba destinado al Tercio de la Coruña en destino voluntario; hasta aquí todo normal pero, había ascendido dos días antes y publicado en orden anterior, por cuyo motivo y con arreglo a la entonces vigente Ley de destinos, debió ser destinado antes que yo puesto que mi destino era forzoso. El kid de la cuestión, era que NO ESTABA DESTINADO EN LA CORUÑA sino en el CNI. Ante esa ilicitud, recurrí el destino en base a esa ilegalidad así como un posible delito de prevaricación puesto que era totalmente falso lo dispuesto en la resolución de su destino que estaba reflejado en el BOC. No obstante lo anterior, envío una carta al Jefe de la Comandancia de Vitoria poniéndome a sus órdenes hasta que lo hiciera personalmente y, oh! Casualidad, era el Comandante que había en Córdoba con el que había tenido en enfrentamiento que perdió él.
Acto seguido,
solicito la indemnización por traslado de residencia a la que tenía derecho y pido el 80% del total o, el 100% de las dietas y el 80% del transporte
como hacía todo el mundo y estaba legislado pues a los tres Coroneles
que pasaron por allí cuando yo estaba, se lo hicieron sin problema
alguno, claro, pero ahora era yo quien lo solicitaba y ya no era el mismo
Guardia Civil que cumplía bien sus deberes y merecía buen concepto, ahora se trataba
de fastidiar al sindicalista que protestaba las ilegalidades y recurría las órdenes
delictivas. Durante
todo el tiempo
insistí por escrito que, mientras no me abonasen lo solicitado, no emprendería el viaje hacia
mi nuevo destino,
finalmente me dieron
el 50% de las dietas
y ese mismo día por la tarde-noche me incorporé a Vitoria.
Cuando llegué al Puesto,
el Sargento que yo relevaba cursó el escrito
de incorporación y no puso impedimento alguno en darme una copia. A los pocos
días me informa que le ordenaron de la comandancia rehacer el rescrito con una
fecha posterior y también me
facilitó una copia. A los pocos días,
se presentan dos personas vestidas de paisano que se identifican como teniente
y un Guardia, hablan con el Sargento que yo había de relevar
y tras personarme, me comunican que están allí para tomarme
declaración en calidad de detenido por un presunto delito de no
incorporarme al destino
en tiempo reglamentario. Solicito Abogados y se
presentan dos que, para hablar conmigo solicitan hacerlo a solas. Tras expresar
lo que me aconsejaron, hicieron una diligencia de
detención y otra de
puesta en libertad
y se marcharon.
Pasado el tiempo, me hice cargo del Puesto y tanto el Brigada de la de Compañía como el Capitán (era la misma residencia que el Puesto), estaban encantados con mi presencia pues amén de llevar mi responsabilidad como comandante de Puesto, era requerido constantemente para solventar documentación relativa a la Compañía con la Comandancia e instancias superiores.
En esta situación, se produce un atentado
terrorista (el tercero)
y tras ser dado de baja para el servicio
por el Tte. Médico de la comandancia me traslado
a Córdoba y de allí me llevan al Hospital Militar donde a día de hoy no sé quien me reconoció pero
me dieron otro
parte médico y siguiera de baja en mi domicilio de Córdoba. Luego
fui a otro especialista que igualmente confirmó mi estancia en Córdoba como lo hicieron los médicos
de Vitoria. A raíz del presunto delito de incorporación fuera de plazo y como quiera que mi esposa había ido a un programa
de TV., contactamos con el compañero
Manuel Rosa, el conocido como Cabo Rosa, para mí Don Manuel Rosa y enfocamos
todo el asunto como era de estar, un Guardia Civil represaliado por
solicitar sus derechos, un Guardia Civil que era integrante de la UDGC, un Guardia
Civil que era el esposo de una
integrante de la junta directiva
de la A.C.G,C. y en definitiva un Guardia Civil que creía en la democracia
y que por este motivo luchaba contra la bota opresora de la
cúpula corrupta del generalato militarista que imperaba y sigue existiendo
en la institución, pues la Guardia Civil NO ES MILITAR, NI FORMA PARTE DE LAS FF.AA.
Por mucho que les pese aunque ellos intentan por todos
los medios lo contrario, pero en el diario de sesiones del Congreso,
figura con 192 votos a favor, 8 en contra dos abstenciones,
que la encuadra en el art. 104 de la Constitución como Fuerza y Cuerpo de Seguridad junto al
Cuerpo Nacional de Policía como Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado (L.O. 2/1986 de 13 de marzo), mientras que las FF.AA
están contempladas en el art. 8º de
la C.E. de 1.978. El Tribunal de
Derechos Humanos de Estrasburgo sentencia que la Guardia Civil no está sometida
al Código Penal Militar.
Tras este
periplo, el que fuera director gral. Luis Roldan dictó sentencia en el expediente gubernativo después de más de nueve meses sin facilitarme copia, ni existe
declaración alguna por mi parte y me expulsaron del Cuerpo. Yo seguí con mis
compromisos con la U.D.G.C., denunciando las corruptelas que había en el seno
de la institución y especialmente en Córdoba, asistiendo a manifestaciones y
consejos de guerra (juicios) contra
los compañeros del movimiento asociativo.
Después de esto y pasados cinco o seis meses, cuando iba andando por la calle acompañado por mi suegro y según ellos
no era Guardia
Civil yp ni tan siquiera
militar, de secuestraron y me llevaron a la prisión militar de Alcalá de Henares,
de allí me llevaron al hospital militar Gómez Ullaue para ver si estaba loco o me daban por loco pues era impensable
para ellos que un Guardia
Civil no acatase sus órdenes y argumentase que no era militar y le tenían allí secuestrado. Una vez en libertad, puse una denuncia/querella
contra el presidente Felipe González, el ministro Corcuera, Director de la
Gua.Civil, Generales,
Jefes, Oficiales, Suboficiales así como a los mandos
militares del hospital
y prisión militar;
el Tribunal Supremo
desestimó la denuncia argumentando que “no se podía estigmatizar al presidente del gobierno, yo respondí con mucho respeto y sin “ningún tipo de acritud” pero en términos
de legítima defensa, que
anulasen el art. 14 de la Constitución donde dice que todos los españoles son iguales ante la
Ley. Sí, eso dice pero, unos más que otros.q
las FF.AA. Que no corresponde a la Gua. Civil y si la Ley 15/91 disciplinaria para la Gua. Civil que a su vez fue derogada por la
de 2007 específica como dice la Ley Orgánica 2/1.986 de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad.
A todo esto, decir que cuando me expulsaron, encontré un trabajo como perito de una compañía de seguros pero no me contrataron por el
acoso que sufrió la misma por medio de la Guardia Civil, así que me marché
a Cataluña con un cuñado mío trabajaba en una empresa de con strucción
y alli finalicé mi edad laboral, de este modo pude sacar a mi familia a flote puesto que de un día para otro, no era funcionario y no tenia sustento alguno
para mi esposa
y cuatro hijos.
JUAN PAEZ, Sargento GC
Comentarios
Publicar un comentario