SER ADICTO AL GLORIOSO ALZAMIENTO NACIONAL
Cuenta la crónica familiar que a primeros de junio de 1845
tras visitar Castellón y camino de Barcelona, la Reina de España Isabel ll a su
paso por Traiguera tuvo un percance en su carruaje. Un lugareño asistió en su
reparación. Formaba parte de la comitiva el duque de Ahumada, quien en
agradecimiento a su servicio le informó de la reciente creación de la Guardia
Civil y le espetó a formar parte. El lugareño se apellidaba Fabregat, mi primer
antepasado en el Cuerpo, y desde entonces en toda su descendencia ha habido un
miembro Guardia Civil. Mientras se favorezca a un cuerpo policial en detrimento
de otro, mientras siguen expulsados guardias civiles demócratas, la Guardia
Civil ni el Gobierno de España del que forma parte el señor ministro Marlaska,
pueden ser el baluarte de los valores constitucionales.
El mayor hito en la historia de la Benemérita ha sido el
sociolaboral, la aparición del SUGC que por imperativo legal quedó en AUGC
(previamente COPROPER, primera asociación legalizada), es decir, las
asociaciones profesionales, siendo la Asociación Unificada de Guardias Civiles
la decana. Hecho ninguneado en toda celebración de aniversario del Cuerpo,
exaltando la parafernalia castrense. Significativo también las primeras
elecciones democráticas en la Guardia Civil para acceder a los cargos de la
Mutua Benéfica del Cuerpo. Hecho que cualquier demócrata ensalzaría, aquí se
corrió un tupido velo dado que al establishment no le gustó el resultado de las
mismas, anuladas posteriormente y disolviendo la Mutua Benéfica. Evidentemente
tampoco mención alguna de los guardias civiles demócratas que promovieron todo
aquello y que algunos fueron expulsados. Y el ministro Marlaska en un acto de
celebración del 178º aniversario de la Guardia Civil en Valdemoro hablando de valores constitucionales. ¿Existirá algún
yugo que cohíbe al Gobierno de España, con 3 PNL aprobadas a favor de su readmisión?.
Defendían la transición española hacia la democracia. Fueron
humillados y marginados por ello. Una democracia moderna elogiaría a aquel
grupo de hombres y serían tomados como ejemplo. La democracia española tiene
una deuda con ellos.
La normalización sigue sin llegar a la Guardia Civil, a sus
miembros, a sus asociaciones profesionales. No hay normalización cuando un
guardia civil no se puede expresar libremente, no hay normalización cuando un
representante asociativo es reprimido por el mero hecho de ejercer su labor, no
hay normalización cuando un guardia civil puede entrar en prisión por una
falta, no hay normalización mientras en actos de celebración aniversarios
Benemérita las asociaciones profesionales son ninguneadas siendo ya historia de
la Institución, no hay normalización mientras impulsores del asociacionismo siguen
expulsados por ello. Una imagen retrógrada
persiste en la Guardia Civil... Y antidemocrática.
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