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LA HAZAÑA DE LOS PRECURSORES DEL SUGC

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  El compromiso adquirido clandestinamente por unos guardias civiles demócratas llevó al asociacionismo en la Guardia Civil. ¿Se entendió explícitamente por qué actuaron así?... Sus reivindicaciones estaban amparadas todas en la Constitución y en la voluntad del legislador en su desarrollo orgánico. Chusqueros y élite de La Benemérita veían amenazado su poder jerárquico, privilegios, despotismo; razón por la cual la Institución reaccionó contra ellos con animadversión y crudeza amparada por el Gobierno de Felipe González. Cometieron dos errores, negar su existencia e intentar acallar por la fuerza y privación de libertad un movimiento imparable. "estoy convencido de la inexistencia de ese sindicato clandestino, y cualquier información que provenga de esas fuentes yo creo que tiene fundamento cero y virtualidad cero". González salió así al paso de las imputaciones realizadas por el Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC) en el sentido de que el general Andrés Cassin

SUGC -HISTORIA-

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  El 20 de septiembre de 1986, miembros de la Mesa para la Unidad de los Comunistas denunciaron en Sevilla la detención de dos guardias civiles, presuntos miembros del clandestino Sindicato Unificado de la Guardia Civil. Asimismo, el ex senador Fernández Piñar, confirmó que un guardia civil destinado en Huelva, identificado en un principio como Rafael Rayo Vázquez, se encontraba recluido e incomunicado en un calabozo de la capital andaluza, acusado de militar en esa organización sindical. Por la noche, Fernández Piñar volvió a ponerse en contacto con la prensa para denunciar una nueva detención. En una céntrica cafetería seviIlana cinco miembros de los Servicios de Información de la Guardia Civil localizaron a otro presunto sindicalista: el cabo primero Manuel Rosa Recuerda. El cabo Rosa se encontraba en el lugar con Fernández Piñar y José Luis Insausti, a quienes también pretendieron arrestar, confundiéndoles, según sus propias declaraciones, con periodistas. Los dirigentes político